Nos complace compartirles estas enseñanzas, que como decíamos en la introducción, tienen el respaldo de nuestras propias cicatrices. Las claves que vamos a compartir, hoy son parte de nuestra economía familiar, algunas de ellas nos han resultado de difícil cumplimiento, porque nos obligan a luchar contra hábitos muy arraigados; pero estamos seguros de su bondad, no como fórmulas salvadoras, sino como pautas de vida para poner el dinero a nuestro servicio y no la vida para servir al dinero.
Veámoslas en detalle: